Después de todo

5/27/20191 min read

Después de todo, solo se trata de vivir. De llorar. De reír. Y de morir. Después de todo, solo se trata de enamorarse. De brillar. De bailar. De encontrar el placer y renegar de la miseria. Después de todo solo somos personas que se mueren y matan a menudo diferentes versiones de sí mismas, hasta que de nuestra sangre brote licor maduro. Después de todo, solo tenemos sueño y hambre. Después de todo, desde que venimos al mundo y hasta que nos despedimos de él, veremos crecer flores en los jardines de nuestras caderas. Después de todo, solo se trata de vivir el momento. De echar raíces en los recuerdos. De colgarnos boca abajo de la rama de un árbol para ver las cosas diferentes. Solo un poco. Después de todo se trata de hilar lazos y extender los brazos. Después de todo, se trata de trazar mapas en tierras desconocidas. De ser río. De ser mar. De ser lluvia. Después de todo, nada nos hace falta a la hora de dormir. De morir, pues cuando estamos, cuando somos, lo tenemos todo.